lunes, 28 de abril de 2008

Mi rosa...









Sobre el planeta del Principito hubo siempre flores simples que ni ocupaban lugar, ni molestaban a nadie. Aparecían y desaparecían. Pero un día apareció una briznilla que no se parecía a las otras, el tiempo y el cuidado que se tomó antes de hacer su primera aparición despertó en el Principito una expectación enorme. Era conmovedoramente bella, la cuidaba, regaba y abrigaba en las noches frías.Un día el Principito marchó de viaje a otros planetas, en uno de ellos, Tras haber pasado por multitud de dificultades encontró un camino que le condujo hasta un jardín de rosas idénticas a la suya. En ese momento descubrió que su rosa no era única en el universo, sino una rosa más, una rosa ordinaria. Entonces cayó en la cuenta de que con una rosa ordinaria y tres pequeños volcanes (uno quizá extinguido para siempre), no se podía considerar un gran príncipe.Y, tendido en la hierba, lloró.
Al rato, se dio cuenta de que esas rosas no eran iguales a la suya y les dijo:-No son nada, ni en nada se parecen a mi rosa. Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mi rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas, porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas ) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.



Sé que en algún lugar del mundo, existe una rosa única, distinta de todas las demás rosas, una cuya delicadeza, candor e inocencia, harán despertar de su letargo a mi alma y mi corazón.Esa rosa, existe… rodeada de amapolas multicolores, filtrando todo lo bello a través de sus ojos aperlados, cristalinos y absolutamente hermosos… Yo la he hallado , la tengo a mi lado, la cuidaré, porque es MI ROSA.




Si alguien ama a una flor de la que sólo existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira a las estrellas

miércoles, 23 de abril de 2008

Amantea




Espero y busco, sin querer buscar o esperar. Hacía tiempo que no conseguía soportar a nadie más de dos minutos. Su compañía me hace un buen remedio, veremos. También tú me ayudas. Lentamente, muy lentamente me voy convenciendo de que estás. ¿Estás? He pasado más de una hora bajo la tempestad, es tan intensa que me ha obligado a regresar. Estoy completamente calado. Frente a la chimenea, mi cuerpo desnudo parece evaporarse. Tiemblo y retomo lo escrito sobre el oscuro peñón, sin hojas ni pluma, solo deseo. Deseo. Codicia de garabatearme en ti, de escribir y borronear con mis dedos sobre ti, sobre tu piel y tu boca. De acariciar la "b" alrededor de tus pechos, o dibujar una larguísima "i" a lo largo de tus brazos, Una "a" en cada axila, una "s" entre tus piernas, generosas, abiertas, impacientes... Dibujar con miel el contorno de tus labios y lamerlos tiernamente; lamer lento en la boca entreabierta, en los ojos entreabiertos, en todas las embocaduras entreabiertas de tu cuerpo... Y encontrar susurros en el vaho que exhala tu silencio, unir mi lengua a la seda de tu lengua, redoblar, rebuscar, jugar con ella en el instante eterno, ahogarme en la dulce sal de tu saliva, agonizar de placer en tu abundancia, morir con el sabor de tu mar en cada beso, todo o nada..., tus ojos cerrándose, tus ojos, desnudando mis pestañas, soñando conmigo sin olvido, olvidando en mí, sobre mí... en la entrega y en la huída. Nunca es casi todo y siempre no existe. Quedo de nuevo aislado, enloquecido en la soledad de tu desierto. Y no puedo detener el llanto, no puedo... Créeme. QUisiera morir, ¡pero soy tan cobarde!

lunes, 21 de abril de 2008

Te busco...

Te busco, amor.Te llamo por tu nombre, nombre copiado de una novela, nombre de ser mitológico, nombre de antigua ciudad.
Te busco por las calles, llenas de gente. tu silueta de vaqueros y camiseta de nightwish me sorprende a cada paso. Por las esquinas de cualquier ciudad, en las vitrinas de las cafeterías, de espaldas en la parada del autobús.
Te busco dormida entre mis brazos, recostada en mi pecho, entre las sábanas de mi cama.
Te busco en las aceras de los libros, copiada en los poemas, vagando verso a verso por la ciudad insonme.
Te busco,amor. Sin rumbo. Sin relojes. Sin medida. Sin fin...